lunes, 10 de octubre de 2011

"Lima"

En lo que respecta a las referencias, y ya que mi labor en este trabajo dicta sobre la dirección, usaré varios pequeños espacios, portales audiovisuales, para explicar las intenciones de observación que estaremos teniendo en cuenta.

Primero de todo, y desde una instancia previa al viaje, hablábamos con el grupo sobre un estado de las cosas que suponíamos, imaginábamos. Y no nos equivocamos.
Nuestro punto de referencia desde el jueves pasado, fue jugar con esta yuxtaposición del "pueblito" con Atucha (Central Atómica que abastece al país entero), pero generando cierta esencia viva en la naturaleza misma. Pusimos de referencia base Stalker (La Zona) de Tarkovsky. Nos maravillaba no sólo el trato místico sobre el lugar en sí mismo (dándole paso al razonamiento existencialista) sino también el color, la "individualidad pensante" de los elementos naturales y el constante peligro. Puse, entonces, especial atención en aquellos inteligentes planos secuencia que en donde los ejes rotan constantemente, provocando que personajes se encuentren y desencuentren con tan sólo movimiento de cámara. También tiene siempre presente el lento travelling hacia atrás o adelante (casi invisible) que actúa subliminalmente.
Uno de los recursos más fuertes fue el paneo interminable entre las aguas que conecta elementos perdidos, ahogados, y colores del agua oscuros, entre putrefactos y polucionados, y cómo cada uno de estos pasajes comienza y termina en un mismo punto sin nunca haber vuelto hacia atrás. La "voz" del agua.
http://www.youtube.com/watch?v=4Xt-ReWjIdQ

En base a Stalker, ciertos puntos diferentes pueden ir tocándose, alimentándonos, y mantener sólidamente hilvanada la esencia que buscamos como grupo y busco como directora.
Nos llamaba la atención Atucha, asimismo no queríamos basarnos en esta, la literalidad de las literalidades, sino que acordamos desde un principio colocarla a nivel subliminal.
Pensé inmediatamente en La Ciénaga, de Lucrecia Martel, y en esta constante tensión que remite a un mundo de progresiva degradación en el que esperamos que todo estalle... y nada estalla.
Tenemos, en este bellísimo comienzo de la película, estas carnes burguesas con sus vinos y bikinis que explican a lo que me refiero:
http://www.youtube.com/watch?v=xpeoEpAbVM0&feature=related

Estéticamente, el planteo es jugar con neblinas, buscarlas (Octavio tiene un libro buenísimo de polaroids del mismísimo Tarkovsky en el que encontramos un escenario que nos interesa transponer).

Encontrarnos con un cielo lo más marcado posible (nublado y contrastado, no liso), y entonarlo con algunos grises y tonos verde oliva.
Sirve también el color musgoso de XXY, de Lucía Puenzo, con sus constrastes marcados pero casi suavizados y las pieles cuasi transgénicas.

Causará gracia, pero hablo muy enserio cuando digo que tengo romance con las películas de horror anticuado y mescolanza sci-fi berreta, y una película que personalmente adoro es Village of the Damned. Sólo quiero resaltar una parte específica que habla por sí sola, de la versión de Carpenter (la original igual es mejor) sobre el momento en el cuál todo el pueblo se desmaya. Simultáneamente, todos caen inconscientes por una fuerza mayor, algo superior y místico, como muestra el primer minuto y medio de éste link:
http://www.youtube.com/watch?v=VqAQ2y3GrM8&feature=related
A nivel exagerado, sí, pero narrativamente me parece fantástico. El misticismo que nos causó a mi grupo y a mí el concepto de Atucha fue disparador de cienmil ideas, y entre ellas la observación de la respuesta colectiva. El conjunto de personas como una sola cosa, la vulnerabilidad de estos peones. La observación un pueblo como una misma entidad.

Cabe aclarar, y no es ninguna chiquita, que Atucha es conocido por sus grandes apariciones de Ovnis, lo cuál me resulta fascinante y una buena base de esencia para el corto en cuanto a clima general.

Continuaré posteando cosas de ésta índole a medida que vayan fluyendo, y si puedo, los bocetos de story que fueron naciendo en la bitácora de viaje.


Frase nacida en el auto de regreso a casa: "La repecusión mística, contaminación energética, de la espiritualidad transgénica amamantada por lo nuclear."

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